viernes, 30 de octubre de 2009

No hijo

Os presento un cortometraje del director y guionista santanderino Luis Miguel Artabe, e interpretado a la sazón por la actriz montañesa María Castillo. Sin comentarios. ¡Espero los tuyos



En Barcelona, a 30 de octubre de 2009.

lunes, 26 de octubre de 2009

"Ni está ni se le espera", Fernández Campo dixit.

Ésta es una de las pocas frases que han jugado un papel relevante y revelador en el devenir de la Historia de nuestra patria. Recordarás que fue la respuesta que recibió el general José Juste -jefe de la División Acorazada Brunete nº 1 de Madrid-, cuando le preguntó al general Sabino Fernández Campo -secretario general de la Casa de S. M. el Rey- por si ya había llegado al palacio de La Zarzuela el general Alfonso Armada -segundo jefe del Estado Mayor del Ejército- para a asesorar a S. M. el Rey en la gestión de la paranoia del golpe del Estado del 23 de febrero de 1981.
Aún resuenan en la Historia reciente de España el eco de sus palabras: "Ni está ni se le espera". Relevantes palabras porque gracias a ellas el general Juste constató y se convenció que el golpe de Estado no fue iniciativa de la Casa Real, provocando, definitivamente, el que ordenase que las unidades de la División Acorazada Brunete nº 1 distribuidas por Madrid se volvieran al cuartel. Y, fueron reveladoras porque detrás de la pregunta de Juste se ha querido ver al general Armada como aquella la autoridad militar que se iba a enviar desde La Zarzuela, el "Elefante blanco", y que el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, esperaba en el Congreso de los Diputados durante aquella larga y controvertida noche del 23-F.

Detrás de estas contundentes palabras se encontraba la personalidad del general Fernández Campo, que destacó por su prudencia y discrección. Éstas son virtudes propias -entre otras- de la vocación militar y de todo aquel que asuma la responsabilidad de dirigir a otras personas que desarrollen un servicio para el Bien Común de la Sociedad. Siempre reservado, el conde de Latores sabía perfectamente cuándo tenía que hablar y cuándo era el momento justo para revelar una u otra información. Su vida fue ejemplar al retrotraer su propio interés personal y profesional en aras de que prevaleciera en la Sociedad el valor de la libertad por medio de su constante servicio a la Casa de S. M. el Rey, como máximo garante de ese valor, amparado en un régimen político democrático. Muesta de ello fueron los muchos años (1977-92) que estuvo al servicio como secretario general y después como jefe de la Casa Real. Exquisito en el trato, denotaba una sólida formación intelectual, moral y espiritual -fortalecida por su fe católica-, tuvo siempre en el horizonte la necesidad de la educación y formación de un auténtico espíritu cívico de las nuevas generaciones de jóvenes.
Sirvan estas breves palabras como homenaje y como mi reconocimiento personal a su persona el día que alcanza plenamente el status de personaje histórico con su fallecimento, hoy 26 de octubre de 2009. Este asturiano de nacimiento -ovetense para más señas, enamorado de La Montaña, según me confesó personalmente-, sirvió singularmente como militar a los más altos intereses de España y cumplió como hombre con su misión de ciudadano español: colaborar en que la Sociedad española sea mejor. ¡Eso sí qué es ejemplo! ¡Tomemos nota!
En Barcelona, dónde le conocí, a 26 de octubre de 2009 (Descanse en paz).
Os dejo un vídeo-resumen de su vida.