miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Constitución de 1978 es fruto del consenso político que ha permitido la convivencia entre los españoles pero a cambio de muchas y recíprocas renuncias.

El pasado miércoles día 4 de diciembre de 2013 el Ateneo de Santander acogió en vísperas del Día de la Constitución Española la conferencia organizada por el Centro de Santander de la Asociación Católica dePropagandistas (ACdP) bajo el título “Constitución de 1978: los principios de unidad y de solidaridad”, pronunciada por José Peña González, catedrático emérito de Derecho Constitucional de la Universidad San Pablo CEU y actualmente director del Instituto de Humanidades Ángel AyalaCEU.
 
Conferencia del Dr. José Peña con ocasión del 35º aniversario de nuestra Constitución.
 
El presidente del Ateneo, Manuel Ángel Castañeda, abrió el acto dando la bienvenida al nutrido auditorio congregado, entre los que se encontraban miembros de la Real Academia de Medicina de Cantabria, del Centro de Estudios Montañeses, de la Real Sociedad Menéndez Pelayo y del ámbito universitario, cultural y empresarial de la sociedad montañesa. El presidente también agradeció al secretario del Centro de Santander de la ACdP, Alfredo Alonso -encargado de la presentación del Prof. Peña-, la oportuna organización del evento destacando la labor social y cultural de la Asociación y la figura del Siervo de Dios Ángel Herrera Oria:
 
La historia política de España siempre ha tenido presente, de una manera o de otra, la tozuda discusión de los nacionalismos periféricos que ponen en cuestión la indisoluble unidad de nuestra patria, a pesar de haberse forjado en una rica y recia tradición histórica que ha permitido construir uno de los Estados más fecundos de la Historia de la Humanidad.

En el momento actual la voz de los nacionalismos parece que “grita” con más fuerza que nunca en aras de distanciarse de la realidad “España” siempre abierta a Europa. Ante esta situación, y en vísperas del Día de la Constitución, el centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas, fundada por nuestro paisano el Siervo de Dios Ángel Herrera Oria ha invitado al Prof. Dr. D. José Peña González para que pueda dar luz y criterio sobre esta cuestión.

Sin detallar sus múltiples méritos señalemos que el Profesor José Peña es licenciado y doctor en Derecho y en Ciencias Políticas (por la Universidad Complutense), en Historia (por la Univ. Alcalá de Henares), y en Ciencias de la Información (por la Univ. Rey Juan Carlos). Como singularidad decir que estos 4 doctorados fueron obtenidos con la calificación: Sobresaliente Cum Laude. Posee una dilatada trayectoria académica, con más de 40 años de experiencia docente, como catedrático, ya emérito, de Derecho Constitucional de la Universidad San Pablo CEU, en donde ha desempeñado altas responsabilidades académicas, siendo actualmente director de su Instituto de Humanidades Ángel Ayala CEU. Pertenece a diversos organismos académicos como la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y la Real Academia de la Historia. Ha escrito más de 28 monografías, más 140 artículos en obras colectivas sobre sus líneas principales de investigación (Historia del Derecho Constitucional e Historia Política). Numerosas colaboraciones en prensa, radio y televisión, con sus más de 1.000 artículos en medios digitales, como: La Opinión Digital sobre sobre arte (incluido el noble arte del toreo), crítica de libros y la realidad sociopolítica del momento).

El Dr. Peña, nos honra con su generosidad aceptando nuevamente la invitación del Centro de Santander de la ACdP, el cual queda a su más entera disposición en nuestra sede: la parroquia del Santísimo Cristo, nuestra web: www.acdp.es/santander, o en santander@acdp.es.

“La Constitución de 1978: los principios de unidad y de solidaridad”. Profesor, suya es la palabra. Muchas gracias.

El conferenciante comenzó su intervención exponiendo el contexto histórico que rodeó a la Constitución de 1978 con una advertencia inicial, a saber: la Carta Magna vigente es “un fruto del consenso político que ha permitido la convivencia entre los españoles pero a cambio de muchas y recíprocas renuncias”. Así, tras indicar que España fue el último país del arco Mediterráneo en darse una constitución -incluso por detrás de Grecia y Portugal-, señaló a las tres figuras que conformaron el motor definitivo para la promulgación de la actual Constitución, a saber: S. M. el rey Juan Carlos I, en su calidad de jefe del Estado; el presidente de las Cortes, Torcuato Fernández-Miranda, estratega que ideó el itinerario jurídico que logró derogar las Leyes del anterior régimen franquista a favor de un nuevo régimen democrático; y, por último, el presidente del gobierno, Adolfo Suárez, principal impulsor para alcanzar un acuerdo político entre los partidos que permitiera la redacción de nuestro actual marco normativo de convivencia. A continuación, el conferenciante reflexionó sobre el texto constitucional con un especial análisis del artículo 2º, ya que en él se reconocen expresamente los principios de unidad, de autonomía y de solidaridad: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, (…), y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de la nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. La conferencia finalizó con un breve recorrido histórico, a modo de síntesis, del entramado legislativo que desde los Reyes Católicos han regulado las instituciones españolas, rescatando aquellos rasgos que han ido conformando en su entramado jurídico los principios de autonomía, de diversidad y, por ende, también de solidaridad, principios “que han permitido edificar las bases constitucionales de la unidad indisoluble de España”.

A la conferencia siguió un animado coloquio, en el que el ponente aprovechó para reconocer el importante papel que también jugó el santanderino Alfonso Osorio vicepresidente durante el gobierno de Alfonso Suárez.
 
Agradezco particularmente a D. José Manuel Mochales su instantánea.
En Santander, a 4 de diciembre de 2013.

sábado, 27 de julio de 2013

La ACdP y la Transición española. Curso de Verano de la ACdP en Santander

La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) ha celebrado en Santander durante los días 24 y 27 de julio de 2013 el curso de verano La ACdP y la Transición española (para ver la crónica y fotografías del mismo pincha aquí), dirigido por el Dr. Luis Sánchez de Movellán. Un curso totalmente caracterizado por la participación de ilustres participantes de La Transición, destacándose por su condición de ponentes los ex ministros durante aquel momento de nuestra Historia reciente de España, Otero Novas, Sánchez-Terán Hernández y Osorio García. Realmente un lujo de curso por lo mucho y bueno que se dijo en él.
 
Durante el mismo tuve el privilegio de presentar la conferencia La Transición: de Carrero a Suárez, que pronunció el Dr. José Peña González, que una vez más resultó brillante. Incluyo a continuación una de las ideas que expuse con ocasión de ello:
 
"Los hombres que valen mucho, no temen que nadie les haga sombra y son los más generosos en reconocer todos los méritos y todos los valores de los demás, que les ayudaron a llegar tan alto".
 
No sé si estas palabras de quien fuera el segundo presidente de la ACdP, don Fernando Martín Sánchez-Juliá, pueden atribuirse por igual a los protagonistas de la Transición, y más particularmente a los de esta tarde: Luis Carrero Blanco y Adolfo Suárez. Aunque estoy convencido de que sus decisiones políticas estuvieron marcadas por la perspectiva que da la altura de miras motivados por un solo y único objetivo: España.
 
Para engarzar a Carrero con Suárez en el momento histórico que nos ocupa durante este curso de verano, vamos a disfrutar con la conferencia que a continuación nos va a dirigir el Dr. José Peña.
 
Junto al Dr. José Peña (a la izquierda).
 
Agradezco particularmente a don José Manuel Mochales su fotografía.
 
En Santander a 27 de julio de 2012.

jueves, 6 de junio de 2013

"Conocer el Vaticano II resulta indispensable para interpretar el catolicismo actual". Mons. Jiménez Zamora. Clausura ciclo conferencias ACdP Concilio Vaticano II

Mons. D. Vicente Jiménez Zamora, obispo de Santander, el 3 de junio se encargó de clausurar el ciclo de conferencias dedicado al 50º aniversario del inicio de los trabajos del Concilio Vaticano II y 20º de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, organizado por el Centro de Santander dela Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) con la ponencia: El Concilio Vaticano II: un Concilio para el siglo XXI (para ver una reseña y fotografías pincha aquí y si buscas el texto completo de la ponencia pincha aquí). El acto fue introducido por don Manuel Ángel Castañeda, presidente del Ateneo de Santander, para posteriormente poner un servidor, en calidad de secretario del Centro de Santander de la ACdP, presentar al ponente ante el numeroso auditorio congregado en el salón de actos del Ateneo:
 
Buenas tardes. El pasado mes de mayo el Centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas, de quien fuera su primer presidente nuestro paisano el siervo de Dios Ángel Herrera Oria, en el marco del Año de la Fe en el que nos encontramos, iniciaba este ciclo de conferencias dedicado al 50º aniversario del inicio de los trabajos del Concilio Vaticano II y el 20º de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, para reflexionar sobre la actualidad y vigencia de sus enseñanzas. Hoy llegamos a su clausura, y una vez más quiero invitar a prestar atención a las enseñanzas e ideas que se van a pronunciar en esta sala, ya que están dirigidas para enardecer nuestros corazones y estimular nuestras inteligencias.

Abríamos el ciclo con unas las palabras del papa beato Juan XXIII de la convocatoria del Concilio Vaticano II (1962), que conservan su total vigencia: “La Iglesia asiste en nuestros días a una grave crisis de la humanidad. (…) lo que se exige hoy de la Iglesia es que infunda en la venas de la humanidad actual la virtud perenne, vital y divina del Evangelio”, porque “la humanidad alardea de sus recientes conquistas en el campo científico y técnico, pero sufre también las consecuencias de un orden temporal que algunos han querido organizar prescindiendo de Dios”.

El siervo de Dios Ángel Herrera Oria participó en calidad de obispo de Málaga en el Concilio Vaticano II. Concretamente en las comisiones encargadas de la reflexión y redacción de la constitución pastoral Gaudium et spes, dedicada a la Iglesia en el mundo actual. No nos puede sorprender, por tanto, que Don Ángel caracterizase el Vaticano II como un concilio “eminentemente pastoral”, porque lo que busca es “la comunicación con los demás, el acercarse al pueblo, el abrir desde el primer momento la revelación de los principios del Concilio a los hermanos separados y a los hermanos desconocidos de nosotros”.

No me resisto a rescatarles un fragmento de la homilía que Don Ángel pronunció en la solemnidad de la Epifanía de 1963, y que dedicó al Concilio: “no es temerario esperar que de este Concilio la Iglesia va a salir en una época nueva como un gran ejército en orden de batalla”. Un ejército “que no quiere conocer otra arenga ni otra orden del día que la que hace veinte siglos se dio desde lo alto del monte: “Enseñad, bautizad”. El ejército de Aquel que es Autor de la Verdad y de la gracia, y, por consiguiente, el ejército que trata de infundir luz en las mentes y la gracia de Nuestro Señor Jesucristo en las almas”.

Esta tarde el Centro de Santander de la ACdP se honra de presentar al obispo de nuestra diócesis, Mons. D. Vicente Jiménez Zamora, a quién le agradezco muy sinceramente el que haya aceptado nuestra invitación para clausurar este ciclo.

Mons. Jiménez Zamora es natural de Ágreda (Soria). Realizó sus estudios en el seminario diocesano de El Burgo de Osma (Soria), en la Universidad Pontificia de Comillas (en ésta misma localidad montañesa), y en diversas universidades de Roma, a saber: la Universidad de Santo Tomás (Filosofía); la Universidad Gregoriana (Teología Dogmática); y en la Academia Alfonsiana de la Universidad Lateranense (Teología Moral). Ordenado sacerdote en El Burgo de Osma el 29 de junio de 1968. Ha ejercido la docencia en el seminario diocesano, en enseñanzas medias y universitarias, además de importantes y múltiples responsabilidades pastorales en la diócesis de Osma-Soria, que alcanzaron su cumbre al ser nombrado obispo de su diócesis natal en 2004. Recibió la ordenación episcopal en El Burgo de Osma el 17 de julio de 2004. Tres años más tarde, el 27 de julio de 2007, fue nombrado obispo de Santander. Tomando posesión de la diócesis, el 9 de septiembre de ese mismo año. En la Conferencia Episcopal Española ha pertenecido a diferentes Comisiones. En la actualidad es presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, que se ocupa de las relaciones mutuas entre los obispos y los religiosos.

Mons. Jiménez Zamora nos va a ofrecer una conferencia que lleva el título: “El Concilio Vaticano II: un Concilio para el siglo XXI”. El Concilio Vaticano II fue un gran acontecimiento para la renovación y reforma de la Iglesia hacia dentro y hacia fuera en diálogo con el mundo moderno de acuerdo con los signos de los tiempos. ¿Continua siendo hoy el Concilio la “brújula” capaz de orientarnos en el siglo que ha empezado? ¿Han perdido su valor y su esplendor sus 16 documentos? ¿Conserva la doctrina del Concilio las herramientas para interpretar y conocer la misión de la Iglesia en el mundo actual?

El Centro de Santander de la ACdP tiene su sede en la parroquia del Santísimo Cristo. Quedamos a su entera disposición. Agradeciéndole, una vez más, al Ateneo de Santander su cordial acogida. Don Vicente tiene usted la palabra. Muchas gracias.

Conferencia de Mons. Jiménez Zamora (a la izq.), junto al presidente del Ateneo de Santander (en el centro).


Así, Mons. Jiménez Zamora inició su intervención afirmando con el teólogo K. Ranher que el Concilio Vaticano II es un “Concilio de la Iglesia sobre la Iglesia”, que se caracterizaba por portar el estandarte de la renovación y reforma hacia dentro y de la apertura hacia el diálogo con el mundo moderno. También recordó una declaración del arzobispo de Nazaret, Mons. Hakim, para justificar el título de su conferencia: “Guste o no guste, un Concilio del siglo XX será el Concilio del siglo XXI”.

El ponente subrayó reiteradamente que el conocimiento del Vaticano II resulta un requisito indispensable para interpretar la situación del catolicismo actual. Don Vicente demostró sobradamente que efectivamente domina el entramado doctrinal del Concilio, señalando a lo largo de su charla abundantes referencias a los documentos conciliares y mostrando la armónica conexión que existe entre ellos y a los que caracterizó usando una afirmación del teólogo Hans Küng como las “nuevas 16 columnas de San Pedro” que deben ser el soporte de la Iglesia tras el Concilio.

Se hizo incidencia en las metas que el Concilio habría de alcanzar a partir del discurso del papa Pablo VI “Renovación hacia dentro y hacia fuera” (29/9/1963): 1) profundización en la naturaleza de la Iglesia; 2) renovación interna de la Iglesia; 3) búsqueda de la unidad de todos los cristianos, y 4) diálogo de la Iglesia con el mundo contemporáneo. A partir de estos objetivos se concluyó que el tema fundamental sobre el que debía tratar el Concilio era la Iglesia y su renovación, y para ello el Concilio enarboló los trabajos de las dos grandes constituciones, las centrales del Concilio y sobre la que pivotan el resto de documentos, a saber: la dogmática Lumen Gentium, sobre la Iglesia y la pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo moderno.

El obispo de Santander también reflexionó sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, quién lo caracterizó como un fruto maduro del Concilio Vaticano II como instrumento al servicio de la catequesis. A partir del fundamento de las Escrituras la Tradición de la Iglesia ha creado una pedagogía de la transmisión de la fe desarrollados en los cuatro grandes títulos del Catecismo: el Credo, los Sacramentos, los Mandamientos y la oración del Padre Nuestro.

A modo de conclusión, se afirmó que el Concilio Vaticano II ha supuesto una renovación del cristianismo desde un redescubrimiento más hondo de la naturaleza y misión de la Iglesia. El Concilio, en realidad, es un comienzo. Todo depende de cómo se lleven a cabo la doctrina, las decisiones y orientaciones y cómo caigan en el corazón del creyente y produzcan allí espíritu y vida, pero esto no depende del Concilio sino de la gracia de Dios y de todos los hombres de la Iglesia y de su buena voluntad.

 
Agradezco muy especialmente a don José Manuel Mochales su instantánea.
 
En Santander, a 3 de junio de 2013.

lunes, 27 de mayo de 2013

Los católicos y la política a la luz del Concilio Vaticano II y el Magisterio postconciliar. Ciclo conferencias ACdP Vaticano II


El salón de actos del Ateneo de Santander recibió el lunes 27 de mayo de 2013 al Dr. Teófilo González Vila, quién pronunció la segunda de las conferencias del ciclo organizado por el Centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) dedicado al 50º aniversario del comienzo de los trabajos del Concilio Vaticano II (1962-1965) y 20º de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992), bajo el título "Los católicos y la política a la luz del Concilio Vaticano II y el Magisterio postconciliar" (para vera una reseña y fotografías pincha aquí). La mesa presidencial contó, además del ponente, con don Felipe Santamaría, delegado diocesano de Apostolado Seglar, y el Dr. Joaquín Mantecón, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado y ex subdirector general de Asuntos Religiosos del gobierno de España (1966-2000. 2002-2005), quién realizó la presentación del conferenciante, y con un servidor que introdujo el acto así:

 Buenas tardes. El pasado lunes 13 de mayo abríamos este ciclo de conferencias dedicado al 50º aniversario de los comienzos de los trabajos del Concilio Vaticano II y el vigésimo de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. Para ello recordábamos unas palabras del papa Juan XXIII que conservan su actualidad: La Iglesia asiste en nuestros días a una grave crisis de la humanidad”.
El Centro de Santander de la ACdP, de la que fuera su primer presidente el siervo de Dios Ángel Herrera Oria, fiel a su vocación de aportar a las venas de la Humanidad la virtud perenne, vital y divina del Evangelio -en palabras del propio Juan XXIII-, quiere continuar ofreciéndoles esta tarde enseñanzas e ideas que enardezcan sus corazones y estimulen sus inteligencias, como ya hicimos el pasado lunes 13 conel Dr. Gerardo del Pozo, decano de la facultad de Teología de la Universidad San Dámaso y como haremos el próximo lunes 3 de junio connuestro obispo, Mons. Jiménez Zamora.
Hoy contamos con el catedrático de Filosofía y socio de la ACdP, Dr. Teófilo González Vila, a quien agradezco sinceramente el que haya aceptado tan generosamente la invitación del centro de Santander. Para su presentación tenemos el honor de contar con la presencia del catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado y ex subdirector general del Asuntos Religiosos del gobierno de España, Dr. Joaquín Mantecón Sancho, a quién también le doy las gracias por aceptar nuestra invitación.
El Centro de Santander de la ACdP tiene su sede en la parroquia del Santísimo Cristo. Allí nos tienen a su disposición. Y sin más, Dr. Mantecón, tiene usted la palabra. Gracias.

La brillante ponencia del catedrático de Filosofía y socio de la ACdP comenzó señalando al auditorio que a ejemplo de los primeros cristianos estamos llamados a participar en la vida pública política por el Bien común, en razón de nuestra propia fe y conforme al Plan de Dios. Poseemos el derecho y el deber de participar en la política, aunque no todos actúan de la misma manera sino que depende de las circunstancias y responsabilidades de cada persona, correspondiendo las tareas propiamente "políticas" a aquellos que realizan actividades dirigidas a ordenar la comunidad social y que afectan estrictamente al ámbito del "poder". Aunque de todas las maneras, de cualquiera de todas las maneras posibles en las que se actúe en política, siempre ha de estar presente "la preocupación por el Bien común". Cada una de todas las personas ha de responsabilizarse en su búsqueda. La óptima dedicación a la política conserva perenne éste concepto clave. D. Teófilo partiendo de la apostólica afirmación de san Pedro, "Hay que obedecer a Dios, antes que a los hombres" (Hch 5,29), destacó que el político católico tiene que trabajar para comunicar humanamente el amor de Dios para con el prójimo por medio de su actividad legislativa y ejecutiva.
Dr. Teófilo González Vila (a la izquierda), el delegado diocesano de Apostolado Seglar (en el centro), y el catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado (a la derecha, a mi izquierda).
 
Agradezco particularmente la fotografía de don José Manuel Mochales.
 
En Santander a 27 de mayo de 2013.

lunes, 13 de mayo de 2013

Fe en Cristo a los 50 años del Concilio Vaticano II. Ciclo conferencias ACdP Concilio Vaticano II

El lunes 13 de mayo el salón de actos del Ateneo de Santander acogió la primera sesión del ciclo de conferencias organizado por el Centro deSantander de la Asociación Católica dePropagandistas (ACdP) dedicado al 50º Aniversario del Concilio Vaticano II (1962-1965), y 20º del Catecismo de la Iglesia Católica (1992).
 
El encargado de abrir el ciclo fue don Gerardo del Pozo Abejón, decano de la facultad de Teología de la Universidad San Dámaso y consiliario del Centro de Madrid de la ACdP, quien reflexionó sobre "Fe en Cristo a los 50 años del Concilio Vaticano II" (para ver breve reseña y fotografía pincha aquí). El presidente del Ateneo de Santander, don Manuel Castañeda abrió el acto con unas palabras de bienvenida, del mismo modo que realizó don Felipe Santamaría, delegado diocesano de Apostolado Seglar. El encargado de presentar al ponente fue el profesor de Filosofía del IES Santa Clara de Santander, el Dr. Antonio de los Bueis, si bien antes intervine para contextualizar el objetivo del ciclo de conferencias que comienza hoy:
Buenas tardes. La Iglesia asiste en nuestros días a una grave crisis de la humanidad”. Nadie podrá decirme que esta afirmación no es de una incontestable actualidad, sin embargo ya tiene algo más de medio siglo. La pronunció el papa Juan XXIII en 1962 para convocar el Concilio Vaticano II. Como entonces, hoy también poseen validez las reflexiones que continuaron a aquella afirmación: “lo que se exige hoy de la Iglesia es que infunda en la venas de la humanidad actual la virtud perenne, vital y divina del Evangelio”, porque “la humanidad alardea de sus recientes conquistas en el campo científico y técnico, pero sufre también las consecuencias de un orden temporal que algunos han querido organizar prescindiendo de Dios”.
Así pues, con motivo de haberse cumplido 50 años desde el comienzo de los trabajos del Concilio Vaticano II y, también, 20 de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992), el Centro de Santander de la ACdP, de quien fuera su primer presidente el siervo de Dios Ángel Herrera Oria, en el marco del Año de la Fe en el que nos encontramos, quiere invitar a la sociedad cántabra a reflexionar sobre la actualidad y vigencia de las enseñanzas del Concilio Vaticano II por medio del ciclo de conferencias que hoy comenzamos.
La sesión inaugural que esta tarde nos ha convocado en el Ateneo de Santander correrá a cargo del Dr. Gerardo del Pozo, a quién presentará en unos momentos el filósofo y profesor del IES Santa Clara, Dr. Antonio de los Bueis Güemes. El próximo lunes 27 de mayo tomará el testigo el catedrático de Filosofía, Dr. Teófilo González Vila, parahablarnos del compromiso político a la luz de las enseñanzas del Concilio. Y, finalmente, el 3 de junio, nuestro obispo, Mons.Jiménez Zamora clausurará el ciclo con una ponencia sobre la actualidad yfuturo del mensaje contenido en el Vaticano II. Están todos ustedes invitados. No vengan solos.
 
El Centro de Santander de la ACdP tiene su sede en la parroquia del Santísimo Cristo. Quedamos a su entera disposición. Agradeciéndole, una vez más, al Ateneo de Santander su cordial acogida, le cedo la palabra al Dr. De los Bueis. Muchas gracias.
El ponente, quien comenzó su exposición con la afirmación "la Fe en Jesucristo es siempre la misma, lo que puede variar es nuestro modo de acceder a ella", presentó inicialmente algunos de los antecedentes doctrinales del Magisterio previos al Concilio Vaticano II para posteriormente mostrar al atento auditorio la actualidad de los documentos del Concilio, ya que la Iglesia sin renunciar a la mensaje del Evangelio quiso amoldarlo conforme a los signos de los tiempos.
 
El conferenciante, el Dr. Gerardo del Pozo (a la izquierda), el delegado de Apostolado Seglar (en el centro) y el profesor de Filosofía del IES Santa Clara (a la derecha, a mi izquierda).
 
Agradezco la instantánea de don José Manuel Mochales.
 
En Santander, a 13 de mayo de 2013.