miércoles, 26 de febrero de 2014

“La nación española está por encima de la Constitución”. Conferencia: "Recuperar España. Una propuesta desde la Constitución" por D. José Manuel Otero Novas

El Centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) acogió el pasado miércoles día 26 de febrero la conferencia pronunciada por don José Manuel Otero Novas, presidente del Institutode Estudios de la Democracia de la Universidad San Pablo CEU, bajo el título “Recuperar España. Una propuesta desde la Constitución” [para descargar el libro del que parte esta conferencia picha aquí, si quisieras adquirirlo físicamente puedes solicitarlo en santander@acdp.es o en id@ceu.es].

Conferencia de D. José Manuel Otero Novas (a la izquierda), junto al vicepresidente del Ateneo de Santander (en el centro).

El secretario del Centro, Alfredo Alonso, presentó al ponente ante el atento auditorio congregado en el Ateneo de Santander, entre el que se encontraban el delegado diocesano de Apostolado Seglar, la concejal de Educación del Ayuntamiento de Santander, varios miembros de la junta directiva del Ateneo de Santander, una ex consejera de Educación del gobierno de Cantabria, miembros de la Real Sociedad Menéndez Pelayo y del Centro de Estudios Montañeses, además de otros representantes de la vida académica y profesional de nuestra ciudad:
 
Buenas tardes. Comienzo dándoles la bienvenida a este acto organizado por el Centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y dando las gracias al Ateneo de Santander, por acogernos una vez más tan amablemente y que en este año 2014 celebra su primer centenario de vida. Así pues vaya mi pública felicitación a esta institución: foro de debate que se ha convertido en un auténtico oasis para el crecimiento cultural e intelectual de nuestra sociedad montañesa a lo largo de estos cien años.

He querido rescatarles, para el perenne recuerdo de nuestra memoria, unas palabras pronunciadas por nuestro paisano y primer presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, el siervo de Dios Ángel Herrera Oria:
 
“España ha producido sobre todo hombres de acción”, porque los españoles poseen “un temperamento activo y práctico”. Además, “yo creo en la vocación futura de España; yo pienso que nuestra aportación a la vida del mundo o no es nada o es un tesoro de orden espiritual. Vocación, no lo olvidemos los españoles, que será tanto más eficaz cuanto consista más en obras en las que presida ese mismo carácter de espiritualidad” (Herrera Oria, A., “El futuro de España, visto desde Roma”, Ya (21/6/1950), 1).
Estas afirmaciones eran elevadas, como si aún no hubiésemos caído en la cuenta, para estimulo de nuestra voluntad y continuar trabajando por el bien común de nuestra patria. Si se fijan bien, Don Ángel nos está mostrando dos requisitos necesarios para emprender toda obra y que ésta alcance buen fin. A saber, ser “hombres de acción” y a la par, y si cabe más fundamental, también ser “hombres de espíritu”, porque sin “espíritu” la “acción” queda desorientada y, por tanto, la obra resulta ineficaz.

Pues bien, esta tarde el centro de Santander de la ACdP se honra en presentar a una persona que ha demostrado con obras cómo conjugar estos dos principios: ser un hombre de acción y también un hombre de espíritu. Me estoy refiriendo al Excmo. Sr. D. José Manuel Otero Novas, a quién le doy mi más sincero agradecimiento por haber aceptado nuestra invitación para pronunciar la conferencia titulada “Recuperar España. Una propuesta desde la Constitución”.
Sin adentrarme en los múltiples méritos que jalonan su vida digamos únicamente qué es abogado del Estado y que ha desempeñado altas responsabilidades políticas en servicio a España durante La Transición Democrática durante los gobiernos del presidente Adolfo Suárez como ministro de la Presidencia y de Educación, aunque ahora vive fuera de la política activa. Además, nuestro conferenciante es autor de numerosas publicaciones (la más reciente: Mitos del pensamiento dominante. Paz, Democracia, Razón, 2011). Actualmente es el presidente del Instituto de Estudios de la Democracia de la Universidad San Pablo CEU.

Permítanme unas breves reflexiones para introducirnos en el tema que hoy nos congrega:

¿No les parece que últimamente la opinión pública en España está ofreciendo singulares muestras de recelo sobre las instituciones que conforman nuestro Estado Social, Democrático y de Derecho y que sostienen la España actual?
¿No han observado durante estos pasados meses que en torno a nuestra Constitución está revoloteando la sospecha de que ya no es capaz de regular la convivencia de los españoles? ¿Es esto cierto? ¿Ustedes también lo han percibido? ¿Cabe idear una solución o alternativa? ¿Requiere para ello ejecutarse alguna reforma que remedie la situación?

Nadie mejor que don José Manuel Otero Novas para dar respuesta a estas y otras muchas más cuestiones que jalonan la actualidad de España, en virtud de su experimentada autoridad que se ha forjado, gracias a que ha sabido poner espíritu en las acciones, en las obras que ha emprendido a lo largo de su vida.

Don José Manuel suya es la palabra. Muchas gracias”.

Así, el ponente, ex ministro de la Presidencia y de Educación bajo la presidencia del gobierno de Adolfo Suárez durante La Transición, inició su intervención realizando un rápido recorrido del devenir de la construcción sociopolítica experimentada en España a partir de aquel periodo histórico. La “generosa” Constitución Española de 1978 permitió a las Autonomías asumir competencias con un alcance de carácter “federal”, sin perjuicio de su rotunda afirmación de “la nación española”, como fundamento de la Carta Magna, y no al revés, hasta el punto de que sin rubor podemos aseverar que “la nación española está por encima de la Constitución”. Nuestra nación no es una “confederación”, porque la soberanía reside en el pueblo español “y no en el pueblo andaluz más el pueblo cántabro más el pueblo gallego, etc.”. La soberanía reside en el pueblo español “como unidad”, que erige a España en la “patria común e indivisible de todos los españoles” (artículo 2 Constitución Española). La Carta Magna, en contra de la apariencia del momento presente, no divide el territorio en Comunidades Autónomas, sino que permite su conformación por parte de aquellas provincias que así lo quieran, otorgándoselas un “techo máximo” de competencias. Sin embargo, durante la década de 1980 el Estado comenzó a cederlas más competencias. También, se comenzaron a realizar “relecturas constitucionales”, con interpretaciones que fueron más allá de lo que dice la misma Constitución. Además, a partir de 1993 sucedieron “violaciones sistemáticas de la Constitución”, que abrieron el camino hacia una estructura “confederal” del Estado, como el compartir competencias entre el Estado y las Autonomías. Ya a comienzos del siglo XXI algunas Comunidades Autónomas manifestaron claramente su deseo de relacionarse con España bilateralmente, como si fueran entidades equiparables entre sí, o incluso de salir fuera de su autoridad administrativa.
Estas situaciones cuestionan la propia entidad de la nación española conduciendo al Estado a la pérdida de poder y a carecer del peso mínimo para dirigirla. Actualmente, hay dirigentes políticos que se atreven a lanzar órdagos como “haremos el referéndum de independencia sí o sí”, y “¡no pasa nada!”.
 
Ante este panorama, el también propagandista del Centro de Madrid de la ACdP, advirtió de los inconvenientes que conllevaría “la destrucción de España”, recordando que históricamente las naciones se crean con sangre pero también se desintegran con sangre. Por otro lado, señaló que la Unión Europea no está para ser el garante de la unidad interna de la nación española ni nos defenderá de los intereses que otros países europeos tienen contra el nuestro porque “Europa es una biocenesis de naciones, es decir, unas naciones sobreviven a costa de otras”, citando al filósofo Gustavo Bueno. El Tribunal Constitucional actualmente no representa al perfecto defensor de la Constitución porque permanece politizada además de confederada (algunos de sus miembros son electos tácitamente por partidos políticos que representan a distintas Comunidades Autónomas). “La política de apaciguamiento” tampoco es la solución. “Nada es peor que un gobierno condescendiente, porque ésta es una de las principales causas de las guerras”. Las Autonomías controlan muchas competencias, y aún siguen pidiendo más para sí. Incluso, algunas de ellas ya hablan abiertamente de establecer un “concierto económico”, pero como paso intermedio hacia la independencia administrativa. Estos hechos consienten que nuestra Constitución se esté convirtiendo en “papel mojado”. Ahora igual no lo percibimos, pero cuando nos demos cuenta el régimen “caerá”, si no es que ya ha caído, arrastrando con él a la Corona.

La “recuperación de España”, tras la segunda oleada de “actualizaciones” de Estatutos de Autonomía durante la pasada década, sólo será posible ‒sostuvo el ponente‒ dentro de una reforma de la Constitución. Una reforma pacífica, sin que medie “revolución” alguna porque “los procesos de ruptura se saben cómo empiezan pero no cómo acaban”, y generalmente los hechos revolucionarios concluyen en situaciones contrarias a cómo empezaron. Concluyendo, este diagnóstico de la realidad sociopolítica española precisa de personas con inteligencia y capacidad de organizarse para evitar la revolución, y que además defiendan que al Estado retorne el poder necesario para volver a adquirir la capacidad de gestionar los intereses de toda la nación, sin que desaparezcan sus estructuras regionales. Finalmente, don José Manuel afirmó esperanzadamente que la nación española en sus más de dos mil años de Historia ‒marcando como hito inicial la colonización romana‒, siempre ha resurgido ante situaciones en las que parecía que se iba a disolver, exhortando al auditorio presente que hoy no tiene por qué ser distinto y estamos llamados a repetir, una vez más, esa gesta. Tras los prolongados aplausos continuó un animado coloquio.
 
Agradezco a D. José Manuel Mochales sus instantáneas.
 
En Santander, a 26 de febrero de 2014.