miércoles, 9 de marzo de 2016

Laudato sí. El medio ambiente y el bien común universal, por Dr. Antonio de Martín Puerta. Conferencia ACdP Santander - Aula Ángel Herrera Oria

El 9 de marzo de 2016 el Centro de Santander de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) celebra en el Ateneo de Santander una conferencia del Aula Ángel Herrera Oria titulada Laudato sí. El medio ambiente y el bien común universal impartida por el director del Instituto de Humanidades Ángel Ayala CEU y socio del Centro de Madrid de la ACdP, Dr. Antonio de Martín Puerta.



Introduje la conferencia del doctor Martín Puerta con estas palabras:

"Buenas tardes. En primer lugar agradecer al Ateneo de Santander la siempre cálida acogida que ofrece a los actos organizados por el Centro de Santander de la ACdP.
Esta tarde les queremos invitar a que su intelecto deguste una conferencia que versa sobre un asunto que afecta directamente a cada uno de ustedes; un asunto ante el que no pueden permanecer indiferentes, que necesariamente les impele y al que están vinculados desde su nacimiento cómo habitantes de este mundo terreno y que la ciencia experimental ha denominado planeta Tierra.
Me estoy refiriendo a la cuestión de nuestra interactuación con el Medio Ambiente, y de nuestra responsabilidad individual y cómo colectivo social de conservarlo para nuestro propio disfrute presente y el de las generaciones futuras, y que hoy englobamos dentro de la rama del conocimiento de la Ecología.
Este asunto fue puesto “de moda” en las últimas décadas del siglo XX pasado gracias a la notoriedad social alcanzada por distintas corrientes ecologistas, si bien es verdad que llegaron a ofrecer postulados absolutistas, erigiéndose en poseedores de afirmaciones como si fueran los primeros de la Historia de la Humanidad en inquietarse por preservar el planeta.
Sin embargo la sensibilidad de la persona humana, mucho antes que esas recientes corrientes ecologistas, ya reconoció su interés por salvaguardar la Naturaleza. Así su conocimiento no sólo es abordado por las ciencias experimentales, sino que también pertenece a la Doctrina Social de la Iglesia el preocuparse por el Medio Ambiente.
Consciente de su vital importancia, el magisterio pontificio vuelve hoy a dirigir nuestra atención sobre ésta cuestión, esta vez la llamada procede de la pluma del actual papa Francisco, quien el pasado 24 de mayo entregaba su carta encíclica Laudato sí.
Esta carta encíclica, en armonía con la Doctrina Social de la Iglesia y teniendo en cuenta que la Tierra es “esencialmente una herencia común” (Laudato si n. 93), nos “invita a tener presente que los bienes de la tierra han sido creados por Dios para ser sabiamente usados por todos”, por lo que han ser “equitativamente compartidos, según la justicia y la caridad” (Compendio Doctrina Social de la Iglesia n. 481). De manera que -y cito la encíclica- “todo planteo ecológico debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta (…) el principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes” (Laudato sí n. 93).
Para reflexionar sobre estos principios y sus inmediatas consecuencias, nadie mejor que nuestro ponente de esta tarde, el doctor Antonio de Martín Puerta, a quien agradezco haya aceptado la invitación del Centro de Santander de la ACdP.
Nuestro invitado, orgullosamente gusta decir que está casado y es padre de tres hijos, y uno de ellos, el mayor, recientemente ordenado sacerdote.
Licenciado en Economía esmeró su formación académica, lo que le valió obtener el grado de doctor en Historia. Actualmente imparte docencia como profesor agregado de Filosofía Moral en la Universidad San Pablo CEU, en donde también desempeña la importante responsabilidad de dirigir el Instituto de Humanidades Ángel Ayala CEU. Nuestro conferenciante también ha ejercido enseñanza como Profesor Investigador en las universidades de París y de Oxford.
Su producción bibliográfica incluye numerosos artículos y capítulos en libros sobre Historia y sobre Doctrina Social de la Iglesia. No me resisto a mencionarles alguna de sus monografías: Ortega y Unamuno en la España de Franco (2009) (esencial); Historia de la ACdP. 1953-1965 (2010); Manual de Doctrina Social de la Iglesia para universitarios (2015).
Don Antonio es socio activo, por no decir “super-activo”, de la ACdP, y no es la primera vez que conferencia en este salón, es posible que recuerden su interesante disertación (Ángel Herrera y la práctica de la Doctrina Social de la Iglesia) en diciembre de 2011 durante el ciclo de conferencias que nuestro Centro de Santander de la ACdP organizamos como motivo del 125º aniversario del nacimiento del siervo de Dios Ángel Herrera Oria, paisano nuestro y a la sazón primer presidente de la ACdP.
No quisiera finalizar sin preanunciarles el próximo acto público que el Centro de Santander de la ACdP ha organizado para los próximos 27 y 28 de mayo: las VI Jornadas Católicos y Vida Pública en Cantabria, que dedicaremos al siempre importante tema de la educación, y que se celebrarán en este mismo salón de actos del Ateneo de Santander. ¡Espero poder verles a todos!
Agradeciendo nuevamente a don Antonio el que haya aceptado la invitación del Centro de Santander de la ACdP, doctor, suya es la palabra: Laudato sí. El medio ambiente y el bien común universal".

“El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Quien se apropia algo es sólo para administrarlo en bien de todos” (Laudato sí, n. 95).

En Santander, a 9 de marzo de 2016.

jueves, 3 de marzo de 2016

Ángel Ayala, S.I., de Francisco Cervera. Recensión

Cervera, Francisco (2009), Ángel Ayala, S. I., Prólogo de Mons. César Franco Martínez, Madrid, CEU Ediciones, Colección Centenario Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) nº 3, 508 pp.
P. Ángel Ayala

Nos encontramos ante la reedición de la biografía del jesuita Ángel Ayala y Alarcó (1867-1960) escrita por Francisco Cervera Jiménez-Alfaro titulada Padre Ángel Ayala. Biografía (Euroamérica, 1975). Aunque en esta ocasión está editada por CEU Ediciones para la colección conmemorativa Centenario de la ACdP (1909-2009), con prólogo de monseñor César Franco Martínez, obispo auxiliar de Madrid y también consiliario nacional de la ACdP (I-III).

La Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNdP, hoy ACdP), encargó la redacción de esta biografía a Francisco Cervera (1893-1984) en razón de su cercana relación con el P. Ayala, gracias a su condición de propagandista desde 1924.

El autor ha sabido ensamblar minuciosamente cada una las facetas del P. Ángel Ayala, presentándonoslas exhaustivamente a medida que avanzamos en la lectura de esta obra, iniciada con una Introducción: “Medio siglo de acción orientadora en España” (V-XV), para desglosar seguidamente, en nueve partes, la fructífera vida del P. Ayala: I) Presentación (1-44), II) Orígenes y formación. 1866-1903. La ciudad natal del Padre y España en la década 1866-1877 (45-99), III) Años de transición y obras principales (101-166), IV) Otras dos fundaciones (1911-1912) (167-232), V) Renovación de actividades (1918-1938) (233-257), VI) Actividades Finales del P. Ayala (259-296), VII) Diez años de lúcida ancianidad (297-338), VIII) Homenajes y cincuentenarios (1953-1959) (339-390), y IX) Fallecimiento, exequias y conmemoraciones (1960-1964) (391-415). Esta profusa biografía acaba con unos Apéndices (417-481).

La Introducción nos adelanta en apretada síntesis los principales rasgos de la vida del P. Ayala, definido como un “hombre-institución” que se adelantó medio siglo a sus coetáneos al servicio de la Iglesia y de España (VI); rasgos que se ampliarán gracias a la nutrida y ordenada recopilación de datos y testimonios con los que se reconstruye la personalidad del jesuita ciudadrealeño.

La primera parte de la biografía se detiene en el perfil moral del P. Ayala, quien procuró vivir conforme a su ideal del religioso no llamando la atención en nada y buscando ser santo por la perfección de las obras ordinarias (3). Se exponen las sobresalientes facetas humanas del jesuita, por las que fue referente para muchas personas: profesor, educador y conservador; confesor, consejero y director espiritual; escritor; organizador y superior; y fundador de obras y asociaciones apostólica (11-33). Y, se nos confía el “secreto” de su apostolado: felicidad y alegría.

La segunda parte dibuja sucintamente el marco social y económico de su municipio natal: Ciudad Real (47-50), y el momento político “bisagra” que España vivía entre el fin del reinado de Isabel II y la implantación de La Restauración borbónica (51-56). Se recorre el meticuloso itinerario formativo realizado desde su infancia en Ciudad Real (56-66); pasando por sus primeros estudios con los padres jesuitas en Orihuela (Alicante) (67-71), su formación universitaria en Valladolid y Deusto (71-86); hasta sus años de noviciado en la Compañía de Jesús en Murcia y Granada (86-99) y su ordenación sacerdotal en 1903.

La tercera parte se fija en el delicado contexto histórico y social por el que atravesó España entre 1897 y 1931, caracterizado por la “liquidación de nuestras colonias” de ultramar; el anticlericalismo sistemático de los sectores sociales liberales; la oposición política al gobierno de Maura; la dictadura de Primo de Rivera; y, finalmente, la instauración de la IIª República. Será en medio de esta situación social, en Madrid y a partir de 1908, cuando el P. Ayala desarrolle sus obras principales (125-166): la dirección del Colegio de Areneros y la de la Congregación de San Luis; la erección del Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) para la educación de la juventud obrera; y cómo varios de aquellos “luises”, orientados por el P. Ayala, fraguaron en 1909 una magna obra apostólica nacida bajo el nombre de Asociación Católica Nacional de Jóvenes Propagandistas (ACNdJP, después ACNdP, hoy ACdP), con Ángel Herrera Oria como su primer presidente.

La cuarta parte considera ampliamente otras dos fundaciones que entre 1911 y 1912 impulsó el P. Ayala, a saber: el seminario menor de san Ignacio de Loyola en Ciudad Real, el cual se ubicaría en la casa familiar del propio P. Ayala (169-219) y el diario católico El Debate, colocando a su frente a Ángel Herrera Oria (1911-1933) (221-232).

La quinta parte recoge su intensa actividad entre 1918 y 1938 (237-251), aludiendo a sus responsabilidades como rector del Colegio de Areneros, maestro de novicios en Granada y en Aranjuez. Incluye también cómo el P. Ayala vivió la aciaga Guerra Civil (253-257).

La sexta parte se centra en presentar sus principales publicaciones: Formación de selectos, Educación de la libertad, Ignacianas y Exámenes prácticos (262-267), todas ellas “rebosantes de sentido común y de experimentada doctrina” (261). La BAC ha editado sus Obras Completas entre 1999 y 2002. También se cuenta cómo participó en la erección de la Congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (1941) (275-282), y en la organización social de los estudiantes (Confederación Nacional de Estudiantes Católicos) y de los obreros (Instituto Social Obrero, ISO; y el Sindicato Obrero).

La séptima parte del libro está reservada a la ancianidad del P. Ayala caracterizada por “la inocencia o candor de niño que siempre conservó; sin amarguras, sin caer en el pesimismo, sin derrotismo ni enconos”. El autor, distingue en la vida del P. Ayala dos momentos: una más larga, “de una bondad exteriormente enjuta y grave”, y una segunda, “de preocaso, en que la alegría y la capacidad de aceptar y seguir la broma, constituía su mayor encanto”, que corresponden a sus 10 últimos años de despierta y lúcida ancianidad (300).

La octava parte se centra en enumerar los homenajes que el P. Ayala recibió en vida. En 1953 con motivo de su nombramiento como hijo predilecto de su ciudad natal, concediéndosele también la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (344-354). La Congregación Misionera del Sagrado Corazón de Jesús (1954) (355-356). En 1959 con ocasión del 50º aniversario de su creación se rindieron homenajes a su fundador: el Colegio de Areneros (359-360) y la ACNdP, en el que intervinieron el expresidente de la ACNdP, Fernando Martín Sánchez-Juliá (372-378), el presidente Francisco Guijarro (379-384) y, finalmente, el obispo de Ciudad Real, monseñor Hervás (385-386).

La última y novena parte describe las exequias del P. Ayala, quien falleció el 20 de febrero de 1960 en Madrid (393-402). Durante su funeral el obispo de Málaga realizó una oración fúnebre (394-397), recordó consejos del jesuita, a modo de testamento: “¿Qué nos pedía? (…). Abnegación individual y colectiva. Unión entre vosotros mismos. (…). Audacia cristiana; (…). Hay que ser hombre de oración y también hombres de fe, hombres de sacrificio (…)” (397). Seguidamente, sus restos se trasladaron a Ciudad Real para ser enterrado junto con sus padres en lugar que fue su hogar familiar, que en su momento el mismo P. Ayala cedió a la Compañía de Jesús para erigir allí una iglesia (397-398).

Esta profusa biografía finaliza con unos Apéndices que contienen una selecta “Correspondencia” y unos novedosos “Apuntes Inéditos” de un proyecto de libro que el P. Ayala dejó inconcluso al que intitularía Si yo fuera Ministro… Si yo fuera Ministro.

En definitiva, este trabajo de Francisco Cervera es una pluscuamperfecta obra para introducirse en la rica vida de Ángel Ayala, cargada de pequeños detalles biográficos y de múltiples testimonios que nos acercan a su afable y ejemplar figura humana, que no dejó en ningún momento de tener a Jesucristo en el centro de su vida, causa primera y última que le motivó a volcarse en la promoción de múltiples obras sociales, que redundaron claramente en beneficio de toda la sociedad española.


Alfredo Alonso García - Universidad de Cantabria

Publicado en Biblioteca CEU (3 de marzo de 2016).